Ninguna equivocacion o desilusión hay en confiar en Dios. Pues la gente piensa bajo su propio sentido común adulterado e influenciado por millones de doctrinas falsas y circunstancias a las cuales las somete el mundo desde su nacimiento hasta su formación.
Salmos 138:3
Cuando te llamé, me respondiste, y aumentaste mis fuerzas.